jueves, 17 de abril de 2008

Diana

Diana nombre femenino de origen latino, de raíz indoeuropeo "deieu-", su significado es "Aquella que tiene claridad" o "Aquella de naturaleza celestial" o "Aquella de naturaleza divina"

EL ACECHO DE LA PARCA

A veces alguien, en un deseo oscuro hacia otra persona, despierta el instinto de la Parca. Esta siente como una llamada, como una invitación para llevarse a alguien al otro mundo. La Parca denomina a las tres deidades hermanas, Cloto, Láquesis y Átropos, con la figura de viejas, de las cuales la primera hilaba, la segunda devanaba, y la tercera cortaba el hilo de la vida del hombre.
(La más joven, Cloto, preside el momento del nacimiento y lleva el ovillo de lana con el que va hilando el destino de los hombres; la segunda en edad, Láquesis, enrolla el hilo en un carrete y dirige el curso de la vida y la anciana Átropos, la propia Parca, coge del carrete el hilo de la vida y lo corta con sus tijeras de oro, sin respetar la edad, la riqueza, el poder, ni ninguna prerrogativa, y así ésta llega inevitablemente a su fin.)
Así como decía hay veces que un deseo oscuro invoca a la acción de la Parca, que viene con sus tijeras en mano a cortar el hilo que nos mantiene con vida.
Un día la muerte llego a Verona, buscaba a Diana, pero para encontrarla antes debía preguntar a los vecinos, cosa difícil, ya que cada vez que era vista la gente se asustaba, salía corriendo o se quedaban sin palabras. Pero pronto se hizo con la información que quería. Así que iría a ver a Diana por la mañana, después del amanecer, pasaría por su casa y se la llevaría con ella.
Cuando llego el momento y la Parca llego a la casa de Diana, se encontró con que no había nadie. La casa estaba vacía. Átropos ya sabía más cosas, y pensó que quizá hubiera pasado la noche en casa de su hija menor que hace poco había sido madre. Así que la Parca se dirigió hacia allí. Al sorprender a la hija, esta se asusto. Pero rápidamente la Parca la tranquilizó, la hablo a cerca de sus planes, era a su madre a quien buscaba y ella podía quedar tranquila- la dijo.
-Mi madre suele despertarse temprano, antes de que salga el sol, se arregla y sale de casa todos los días a oscuras hacia el mismo sitio. Un lugar preciso junto al río, y se sienta mirando al este. Así espera a que el sol comience a mostrarse y a llenar el cielo y el río de reflejos y luces. Habla mucho de lo que la gusta comenzar así el día, sintiendo los rayos del sol en la cara, mientras le pregunta al astro rey, sobre los planes que hay para ella en el día que comienza, sobre que experiencias vivirá, mientras se emociona por descubrir una tras otra todas las experiencias nuevas que nos ofrece un nuevo día. La gusta permanecer allí un rato, luego dependiendo del día, marcha de paseo por el bosque, o regresa a casa a prepararse el desayuno, o si la apetece un capricho para comer se acerca primero al pueblo y compra un bollo para tomar, o visita la cafetería o desayuna con alguna amiga. Es muy difícil predecir lo que va a hacer- contaba la hija.
Entonces la muerte pensó que la mayor probabilidad es que Diana antes o después regresara a casa. Sin embargo en lo que la muerte se puso en marcha, Diana, que había madrugado mucho más que ella, la sacaba demasiada ventaja. Con lo que al llegar la Parca a casa de Diana, se encontró de nuevo que estaba vacía, y Diana ya se había marchado después de desayunar. La casa estaba recogida y limpia. Así que decidió la
Parca ir a casa de una de la amigas de Diana con las que solía desayunar algunos días.
Al llegar a la casa de la amiga, y después del susto y la explicación correspondiente, ella la contaba a la muerte que de nuevo llegaba tarde, Diana ya la había visitado, y además se la veía muy atareada en el día de hoy, ya que su hija mayor la había invitado a comer. "Y aunque Diana era la invitada la gustaba cocinar y hacer los platos preferidos de su hija. Así que después de verme se fue corriendo al mercado para comprar algunos ingredientes".
La Muerte al salir de la casa se quedó un momento a reflexionar, era evidente que no estaba bien ir a buscarla a casa de su hija, y menos cuando Diana tenía tanta ilusión y estaba preparando para que el encuentro con su hija fuese de lo más agradable. Así que decidió por unas horas dedicarse a otras citas que tenía y que sin duda serían más fáciles que encontrarse con Diana, a la que volvería en su busca más avanzado el día.


Continuará...

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