miércoles, 22 de agosto de 2012

El Señor Alvarez

Mi abuelo. Fuera de la familia siempre será El Señor Alvarez, pero los de casa tenemos otros privilegios. Como la mayoría de personas de su edad, y de nuestro país, tiene una historia muy interesante. Han vivido una post guerra, una dictadura, y ven con sus propios ojos como puede desarrollarse un país en poco tiempo.
Y quizá debido a tales circunstancias que mi abuelo supo desde joven lanzarse al vacío, tomarse su vida con independencia, ilusión y convencido de sus posibilidades. Y hoy en día, tras una vida dedicada a su familia, que los que le seguimos podemos disfrutar de más de un privilegio por haberle tenido allanándonos el camino.
Siempre le he visto como una persona de la que tomar ejemplo. Y no solo en lo profesional, sino en la manera de enfocar las cosas, la vida. En como ser comedido con lo que se hace… la verdad que podría decir un buen numero de ejemplos. Al igual que podría resumir una vida llena de meritos y triunfos. Pero en este caso, creo que lo más pequeño, o lo que a la vista parece más insignificante, es al tiempo lo más grande. Dos detalles, o cualidades que últimamente he admirado mucho en él; el buen humor, y el sentido de la curiosidad.
No creo que pase un día en que mi abuelo no disfrute de una buena carcajada. Y eso está más que garantizado si al cabo del día coincide con alguien de la familia. Seguro que en algún momento aprovecha para hacer una broma, crear una situación un tanto cómica, o tomarnos el pelo a toda la familia como hizo este año en la cena de nochebuena. Aprovechando a demás su broma para lograr que el resto de la familia desistiera de insistirle en algo que él no quería. Y no solo lo consiguió sino que nos hizo reír a todos. Y eso que como todo el mundo tiene sus días en lo que reír puede ser todo un desafío; hay muchas gestiones con sus correspondientes preocupaciones que las sigue realizando él personalmente. A parte de la labor diplomática que realiza en el círculo familiar, en el que además, por la delicadeza del entorno, cualquier diferencia conlleva una ligera complicación. Sin embargo tenemos la suerte de contar con él, siempre, para lo que sea, y beneficiarnos gracias a su generosidad, de un rato de buen humor. Por si el resto fuera poco.
 El otro detalle me sorprende aún más, ya que me disgusta bastante cuando alguien justifica que por su edad no pueda hacer o aprender algo. Ese no es mi abuelo, sin duda. No caerá aparato en sus manos que no le quite el sueño hasta que sea capaz de utilizarlo. Y no es arrogante, puede que él solo no de con la solución, que necesite ayuda o una explicación. Pero basta con que alguien le facilite tales cosas para que enseguida ponga en práctica lo que le han contado, practique el aprendizaje el número de veces necesario hasta que tenga el tema controlado. Es algo que admiro mucho en él. Por momentos pensé que perder ese interés y esa curiosidad, y acomodarte en una actitud de dependencia cada vez mayor a que te den todo hecho, porque con el tiempo cada vez somos más torpes y perdemos las capacidades, era algo irremediable que nos pasaría a todos con el tiempo. Sin embargo, y gracias una vez más a mi abuelo, se que no es así, y que podemos mantenernos eternamente jóvenes, bromistas y curiosos a pesar de los años que tengamos. Eso sí, requiere esfuerzo, como todo lo que ha logrado él, supone un esfuerzo. Pero merece la pena, basta estar un tiempo con él para saber que es así. 
Alguien dijo que el momento en que se pierde la juventud, es el momento en que se pierde la curiosidad. Y debe ser cierto, cuando volvió de Benidorm a pasar las navidades, le llevaba en coche a medio día para ir a comer. Cuando se bajó del coche, me guiño el ojo y sonriendo me dijo… Y has visto? Hace días que voy sin bastón!

3 comentarios:

Carlos Armesto Alvarez dijo...

Una vez más has estado impecable; Tras dos meses de preparación en los que nos hemos podido ir mentalizando, cuando ya no podías más, aún has esperado hasta juntar a toda la familia en casa, para marcharte sin hacer ruido.
Buen viaje, Abuelo.
Nunca te olvidaremos.
Carlos.

Isabel dijo...

Que lección de vida nos has dado.
Ahora nos toca a todos intentar lograr lo que hacias tu solo.
Te queriamos siempre aqui, para no tener que hacerlo, y quererte y besarte y recibir tus besos, que los últimos tenian un sabor a despedida.
No concibiamos la vida sin ti.
Ojala sigamos unidos gracias al legado que nos has dejado.
Como te echo de menos.
Aunque piense que sigues en benidorm.
Te quiero.
Tu hija.

Isa Armesto dijo...

pero como le vamos a poder olvidar?? es una persona inolvidable incluso hasta hace poco yo pensaba q inomortal...
ahora tenemos q aprender a vivir sin ti, pero siempre estarás presente ;)