jueves, 28 de abril de 2016

La primera vez

El artesano contemplaba su obra. Todo parecía terminado, las galaxias, los distintos sistemas, las estrellas, los planetas y sus satélites. Todo había sido cuidadosamente fabricado y colocado en su sitio. Y fue así, Todo hecho con sumo cuidado, para que una vez se iniciara, Todo, funcionase para siempre en un perfecto equilibrio.
La tierra ocupaba uno de los sitios privilegiados de la obra, uno de los planetas milagro, por el momento estaba perfectamente acabada. La tierra había sido cuidadosamente distribuida entre las grandes masas de agua que ocupaban la superficie terrestre. Sin embargo vista desde fuera daba una extraña sensación. Todo estaba quieto, estático, sin movimiento. El agua no se movía, igual que los planetas, los satélites, las estrellas. Aún el artesano estaba repasando la larga lista de cosas que había hecho y comprobando que Todo estuviera a la perfección antes del inicio. Vio que las distancias eran las correctas, las estrellas, encendidas un tiempo antes daban el aporte justo de luz y calor. Las orbitas establecidas eran las correctas para evitar impactos intraplanetarios. Había repasado cada uno de los detalles, con lo que inspiro, contuvo el aliento por un tiempo y espiro con delicadeza provocando que ese soplo se extendiese por toda la creación, y allá donde fuera posible surgieran las más diversas formas de vida, todas con una esencia de ese artesano, para que así el perfecto equilibrio no se rompiera nunca.
Un rato después volvió a inspirar, y de nuevo contuvo el aliento por un tiempo, y de nuevo espiro con delicadeza provocando que ese soplo iniciara la función que ya nunca acabaría. Y Todo comenzó a moverse. Y por un momento se fijó en la tierra…Maravilloso, se movía a la perfección desplazándose alrededor del sol mientras giraba sobre sí mismo. Genial!
Los mares acompañaban ese movimiento inicial, se fueron formando las primeras olas que se lanzaban sobre la tierra como si quisieran saborearla. La temperatura fue construyendo los primeros hielos en las partes donde menos incidía el sol, mientras en el resto el agua se iba calentando comenzando a hacer de termostato de todo el planeta.
Fuera del agua todo estaba quieto, no pasaba nada absolutamente. Grandes montones de tierra aguardaban que algo sucediera. No había ríos, no había nieve, no había nada.
Paso un tiempo cuando la temperatura de la atmósfera permitió las primeras evaporaciones de agua. Empezaron a condensarse pequeñas partículas de agua en el techo del mundo formando las primeras nubes.
De pronto la condensación permitió que se formase la primera gota de agua en la atmósfera, y bien por la gravedad, o por la sed que la tierra tenía, esta se precipito al vacío produciendo un zumbido que resonó en todo el planeta. Mientras la gota de agua atravesaba el cielo, el zumbido se volvía cada vez más y más agudo, hasta que impacto contra el suelo terrestre produciendo una gran detonación cuyo eco quedó como suspendido durante varios segundos. Ese impacto provocó que la gota de agua se desintegrara en miles de partículas que no dejaron rastro ninguno al ser absorbidas inmediatamente por la tierra. Durante un rato no volvió a suceder nada más. Y de pronto el cielo entero se oscureció dando lugar a la primera tormenta que se producía de forma conjunta en todo el planeta.
En uno de los planetas milagro, este acontecimiento fue el inició de un desarrollo de acontecimientos preciosos, bellos, inimaginables, y de una importancia suprema. Que nosotros estemos aquí, cientos de millones de años después, paseando entre ríos, praderas, valles, dando formas a las nubes, conmovidos al fin y al cabo por los resultados de cientos de millones de tormentas, es de entre todas las posibles conclusiones, una gran fortuna. Y en estos tiempos en que muchas veces pensamos los daños y destrozos que hacemos al planeta, deberíamos reconsiderar de igual manera los daños que nos hacemos a nosotros mismos. Es decir, si comparamos el estado de salud del planeta, con el estado de salud de la humanidad, claramente estamos en posición de preocuparnos primero por nosotros. Y seguro que si conseguimos algún cambio positivo, el planeta entero se beneficiará de ello. Al fin y al cabo vivimos en un lugar hecho para que funcione siempre en perfecto equilibrio.

6 comentarios:

Marcos Venicio dijo...

belissimo texto. Gracias !!!

Carlos Armesto Alvarez dijo...

Que rapidez, lo acabo de publicar!!!
Muchas gracias Vinicius, y bienvenido a Padme.
Carlos.

Anónimo dijo...

La espera ha merecido la pena. Mucha suerte en todos tus "affaires".
Algunos te hemos hechado de menos el día 26/07 y otros creo que durante los 15 días. C'est la vie
Un abrazo.
Toño

Carlos Armesto Alvarez dijo...

Si que hacía tiempo Toño. La verdad que estuve unos dias en el campamento. Del 19 al 24, y me quede con ganas de más, como siempre, pero este año esta siendo muy dificil lo de mantener una empresa abierta como para distraerte mucho.
A ver si el año que viene puedo estar más dias.
Un abrazo,
Carlos.

entraroutlook dijo...

Carlitos me encanta, pero, cómo se deja la mente pura y en calma? Rosa

Carlos Armesto Alvarez dijo...

Hola Rosa,
Tu pregunta es sencilla en la teoría, pero en la practica conlleva una ardua tarea, un trabajo constante, dedicación...
Yo aún no lo he conseguido... pero no pierdo a ilusión.

Gracias por la lectura.