-Ambos llevamos el mismo tiempo sin comer. Se que a veces se hace duro. Ahora coge el pan, parte un trozo como si fuera para mí…
Así que cogí el pan y lo partí en dos trozos que no eran iguales. Y deje el más grande cerca de mi maestro.
-Bien, tomare para mí lo que has querido para ti.
Así que cogió el trozo pequeño. Yo tome el grande y marche.
1 comentario:
Pues si que es grandeza, cuando además no se hace por educación, sino por cariño hacia el otro.
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