TANIS, El regalo de la Tierra y el Cielo.
Se sabe que hace muchos años, el cuidado de la tierra y el conocimiento de las plantas era atesorado por las mujeres. Mientras los hombres dejaban las tribus en busca de caza. Las mujeres eran las encargadas del cuidado de la labranza. Para ello estudiaban los ciclos de la naturaleza, conocían los momentos de mayor fecundidad de la tierra, cuando llegaban las lluvias, las épocas de celo de los animales que p
oco a poco domesticaban, así como el cuidado y las primeras lecciones que aprendían las nuevas generaciones de la tribu.
Cuentan que tras una recogida de grano, Tanis, Xaman de la tribu hizo uno de los mayores descubrimientos en la historia de la humanidad. Tras unos días de lluvia antes del final del verano, observo como algo extraño estaba ocurriendo en los charcos formados alrededor de los montones del cereal recogido. Estudió con detenimiento cada uno de los charcos viendo que ninguno era igual, mantenían cierto parecido, puesto que todos estaban sujetos a los mismos procesos, pero su evolución señalaba ciertas diferencias.
Ocurrió que al caer la lluvia sobre el cereal, esta arrastro hasta el suelo las harinas, cascarillas y granos partidos, manteniéndose durante algunos días en continuo contacto con el agua de las precipitaciones. Pasado un tiempo, en las zonas donde la proporción de agua era mayor que la de grano, el resultado visible era bien distinto que en aquellas donde el agua estaba en menor medida que el grano.
Cuando Tanis observo esto, pensó que el cereal era el símbolo de la tierra, pues nacía de sus mismas entrañas, y al igual que esta era algo solido, material. Y el agua era el símbolo del cielo, pues tenía la capacidad de moverse y adaptarse a cualquier situación. La veían en estado sólido en los hielos del invierno, líquida en el curso de los ríos, y del cielo les llegaba con su mayor pureza. Asumió que el hombre en su correcta evolución debía mantener esas mismas cualidades. Era hijo de la tierra, sin ninguna duda, pero a medida que crecía en conocimiento y espíritu desarrollaba también cualidades más celestes, se convertía en un ser capaz de adaptarse a todas las circunstancias y situaciones saliendo airoso de las mayores dificultades. Y sobre todo, podía volar libre, sin estar atado a nada. Con lo que pensó, que aquella unión del cielo y la tierra, del agua y el cereal, podría ser un regalo para toda la humanidad. Y decidió estudiar con mayor dedicación este proceso. Comenzó entonces a juntar agua y cereal en distintas proporciones, y dejarlas varios días expuestas al aire. De modo que vio como aquellas mezclas tomaban vida, y así al resultado líquido de la mezcla, que se podía tomar como bebida lo llamo cerevisia, Fuerza de la tierra. Y aquel que se formaba como una masa densa, esponjosa, lo llamó panis.
Esta es una de las posibles explicaciones de cómo surgieron dos de los alimentos más extendidos y consumidos por todos los rincones del planeta, y que constituyen la base alimenticia del ser humano.
TANIS, fruto de la artesanía en el siglo XXI
¿Que es lo que hay detrás de la Cerveza para que se haya convertido en una de las bebidas más populares de todo el mundo? La fuerza de la tierra, sin duda. Lo que más me ha sorprendido fue descubrir el potencial del grano. Ver como conjugándolo con las distintas temperaturas del agua, se extrae diferentes notas de este. Hace un año mas o menos, antes de mi introducción al mundo de la elaboración, coincidí en un extraño lugar con un joven escocés. Mientras hablábamos de todo le recordé lo mucho que me gustaron las cervezas de su tierra. Y en ese momento el se llenó de pasión. Recuerdo como en su critica, su juicio sobre nuestras cervezas coincidió con lo que he aprendido recientemente. Y al la hora de hablar de la cerveza escocesa, había más que admiración en sus palabras. Y por primera vez escuche el merito que tenía llegar al fondo del grano, y sacar todo su potencial, toda su esencia.
Y sí, esa es la fuerza de la tierra. Porque no dejamos de hablar de un grano, un grano de cereal que bien puede ser cebada, trigo, maíz… Pero en cualquier caso, cereal. Y sin embargo se pueden, dependiendo del grado de malteo, de tueste, de la temperatura/tiempo de maceración, rescatar toques afrutados, toques de regaliz, caramelo… un solo grano contiene el potencial de toda la tierra. Y este es un proceso que ha de notarse en una buena cerveza, que efectivamente se ha trabajado ese potencial, y que ahora está presente en esa bebida.
El agua, es el elemento mágico, alquímico, es como la pantalla de cine que va a recoger toda la información de los ingredientes, y los sostiene. Como el porteador que lleva toda la capacidad alimenticia, aromática, gaseosa, etc que hay en la bebida. Con los mismos ingredientes gracias solamente al agua, podemos hacer cervezas muy diferentes, por la temperatura en que trabajemos con esta, hasta el tipo de agua que dispongamos. El agua, como elemento básico de nuestra estructura es el mejor componente para vehiculizar toda esa fuerza de la tierra de manera que nosotros podamos sacarla todo el rendimiento.
El lúpulo, ese gran desconocido, enriquece la bebida con sus infinitas cualidades, la más apreciable es el balance de sabor y aroma, entre el dulzor de la malta y el amargor de este. Sin embargo potencia o facilita la acción de las levaduras, protege la cerveza como elemento antibiótico que es. También posee propiedades relajantes, estimula el apetito…
La levadura, o mejor dicho, Las Levaduras… que son cientos de miles las que realmente hacen la cerveza. Ya que sin ellas no tendríamos más que un mosto, en lugar de esa bebida suavemente espiritosa, con su carbonatación y su corona blanca, o dorada…. Esos pequeños microorganismos unicelulares son los qu
e alimentándose de los azucares propios de la malta, provocan la fermentación. Dejándonos a mayores un gran aporte energético, vitamínico, ayudan a regular sistemas de nuestro organismo, a participar en procesos de drenaje…
En resumen, vemos que los cuatro ingredientes básicos para la elaboración de Cerveza; Malta, Agua, Lúpulo y Levadura, son de manera independiente todo un regalo para nuestro organismo. Y además cuando se conjugan con maestría se convierten en todo un placer, en una bebida que puede estar acompañando a la humanidad casi desde sus orígenes. Y que si recuperamos en su elaboración su valor alimenticio, aparte de tener una cerveza más deliciosa, estaremos disfrutando de un regalo del cielo y de la tierra. Pero para ello no podemos conformarnos con cualquiera. Hemos de ir en busca de la Artesanía.