1. adj. Descuidado, desidioso.2. adj. Sucio, desaseado. Así es como la RAE define dicha palabra. Sin embargo creo que el uso que solemos dar a tal palabra es muy distinto. Por un lado tenemos la idea del abandono en la gasolinera, bien a nuestra mascota o nuestros mayores ( parece fuerte pero también se practica). Pero si he escogido esta palabra como titulo de un post es por lo siguiente. Hace unas semanas que leí en un blog la transcripción de una entrevista bellísima; Tu tienes el reloj, yo tengo el tiempo. MOUSSA AG ASSARID ante la pregunta de quien son los Tuareg esta era su respuesta: Tuareg significa "abandonados", porque somos un viejo pueblo nómada del desierto, solitario, orgulloso: "Señores del Desierto", nos llaman. Nuestra etnia es la amazigh (bereber), y nuestro alfabeto, el tifinagh. Como se ve, su definición no encaja con lo que la RAE define como Abandonado, ante lo cual yo comienzo a suponer…
En mi vida, como todos, supongo, tengo varios amigos que han hecho distintos tipos de voluntariados, unos meses aquí, unos años allá, casi por todos los rincones del mundo en distintos proyectos y distintos tipos de trabajos de cara a las gentes del lugar. Y ante dichas iniciativas siempre me latía la siguiente sensación un tanto contradictoria; muy bien, olé por vuestra dedicación… pero no será mejor dejarles, abandonarles, a todos, pero dejarles de verdad, no expoliarles, no saquearles, no robar sus recursos naturales, no contaminar con transgenicos sus materias primas, no… no ir allí y venderles lo que hace tanto que nosotros compramos y que no nos ha llevado a ningún sitio, ni nos ha hecho la vida más fácil…. Pero el verdadero problema es que no lo hacemos… es una cadena un tanto sutil, es decir, yo no lo hago, yo realmente les tengo dejados, abandonados, y no he ido a ningún sitio a quitar ni a condicionar nada a nadie. Pero si me fijo, veré que al comprar este producto lo he hecho. Al mantener un poco más de tiempo abierto el grifo, lo he vuelto a hacer. Al apoyar tal o cual programa de televisión lo sigo haciendo. Realmente, yo no hago nada, pero otros lo hacen por mí y yo soy el interés final. Y mientras que yo no cambie mis hábitos y mi conducta, esto seguirá igual. La tarea no es fácil, ya que hay que concienciar a mucha gente, mover mucho el rumbo de miles de hábitos y conductas para que de una vez podamos dejar en paz a los demás, y que cada uno vivamos con lo que nos es necesario, tan solo.
Sin embargo, ahora en estos últimos meses he estado muy cerca de lo que supone ser cooperante, es cierto que no he vivido la experiencia, pero he tenido información de primera mano, he temido la malaria, he comprendido situaciones, seguido pasos que desconocía y porque no, hasta temer un riego de secuestro. Todo como parte de la vida de un cooperante, y también parte de la vida de otras personas, de su día a día, con sus mosquitos enfermizos, su escasez de agua, su falta de riqueza alimenticia. Y quizá sin darme cuenta en estos últimos meses, sin haber salido de mi ciudad y sin… como ya he dicho, vivir la experiencia, puede que en mi interior algo haya cambiado. Y ahora se, como decía unos párrafos más arriba, que para evitar la explotación que sometemos a otros países, hay que empezar por uno mismo. Que un voluntariado no cambia un país, ni una ciudad, ni quizá un pueblo. Pero abre muchas conciencias.
Que la palabra Abandonado puede tener un significado más allá de lo que pensamos. El significado de todo un pueblo que se mantiene libre del curso del mundo por decisión propia, y que sigue fiel a sus principios, a sus orígenes, costumbres y tradiciones. Una palabra a un nivel superior, como una reflexión… ese camino no es bueno, así que me abandono a mi suerte. Inshallah (Que sea lo que Dios quiera).
Me hubiera gustado dedicar un post a la entrevista de la que os he hablado, pero realmente es una perla, así que mejor que no la desvirtúe con mi punto de vista y los interesados la busquéis y leáis en el blog: http://marimauritania.blogspot.com/ la entrevista en cuestión la encontrareis bajo el título: Tu tienes el reloj, yo tengo el tiempo.
Y por último animar y agradecer a todas aquellas personas que tienen una inquietud hacia la cooperación internacional. Que son capaces de escaparse por un tiempo de este mundo que nos tiene tan medidos, que nos da la vida a contrarreloj para que no desperdiciemos un segundo. Que de un modo u otro dedican una parte de su vida a tantas causas humanitarias como personas se benefician de sus voluntariados, y que como he dicho, en su regreso y aventura, contagian a cuantos aquí nos quedamos de esos valores aprendidos, de esa conciencia global, de ese impulso de solidaridad que tanta falta hace en este mundo que vivimos.
GRACIAS.
En mi vida, como todos, supongo, tengo varios amigos que han hecho distintos tipos de voluntariados, unos meses aquí, unos años allá, casi por todos los rincones del mundo en distintos proyectos y distintos tipos de trabajos de cara a las gentes del lugar. Y ante dichas iniciativas siempre me latía la siguiente sensación un tanto contradictoria; muy bien, olé por vuestra dedicación… pero no será mejor dejarles, abandonarles, a todos, pero dejarles de verdad, no expoliarles, no saquearles, no robar sus recursos naturales, no contaminar con transgenicos sus materias primas, no… no ir allí y venderles lo que hace tanto que nosotros compramos y que no nos ha llevado a ningún sitio, ni nos ha hecho la vida más fácil…. Pero el verdadero problema es que no lo hacemos… es una cadena un tanto sutil, es decir, yo no lo hago, yo realmente les tengo dejados, abandonados, y no he ido a ningún sitio a quitar ni a condicionar nada a nadie. Pero si me fijo, veré que al comprar este producto lo he hecho. Al mantener un poco más de tiempo abierto el grifo, lo he vuelto a hacer. Al apoyar tal o cual programa de televisión lo sigo haciendo. Realmente, yo no hago nada, pero otros lo hacen por mí y yo soy el interés final. Y mientras que yo no cambie mis hábitos y mi conducta, esto seguirá igual. La tarea no es fácil, ya que hay que concienciar a mucha gente, mover mucho el rumbo de miles de hábitos y conductas para que de una vez podamos dejar en paz a los demás, y que cada uno vivamos con lo que nos es necesario, tan solo.
Sin embargo, ahora en estos últimos meses he estado muy cerca de lo que supone ser cooperante, es cierto que no he vivido la experiencia, pero he tenido información de primera mano, he temido la malaria, he comprendido situaciones, seguido pasos que desconocía y porque no, hasta temer un riego de secuestro. Todo como parte de la vida de un cooperante, y también parte de la vida de otras personas, de su día a día, con sus mosquitos enfermizos, su escasez de agua, su falta de riqueza alimenticia. Y quizá sin darme cuenta en estos últimos meses, sin haber salido de mi ciudad y sin… como ya he dicho, vivir la experiencia, puede que en mi interior algo haya cambiado. Y ahora se, como decía unos párrafos más arriba, que para evitar la explotación que sometemos a otros países, hay que empezar por uno mismo. Que un voluntariado no cambia un país, ni una ciudad, ni quizá un pueblo. Pero abre muchas conciencias.
Que la palabra Abandonado puede tener un significado más allá de lo que pensamos. El significado de todo un pueblo que se mantiene libre del curso del mundo por decisión propia, y que sigue fiel a sus principios, a sus orígenes, costumbres y tradiciones. Una palabra a un nivel superior, como una reflexión… ese camino no es bueno, así que me abandono a mi suerte. Inshallah (Que sea lo que Dios quiera).
Me hubiera gustado dedicar un post a la entrevista de la que os he hablado, pero realmente es una perla, así que mejor que no la desvirtúe con mi punto de vista y los interesados la busquéis y leáis en el blog: http://marimauritania.blogspot.com/ la entrevista en cuestión la encontrareis bajo el título: Tu tienes el reloj, yo tengo el tiempo.
Y por último animar y agradecer a todas aquellas personas que tienen una inquietud hacia la cooperación internacional. Que son capaces de escaparse por un tiempo de este mundo que nos tiene tan medidos, que nos da la vida a contrarreloj para que no desperdiciemos un segundo. Que de un modo u otro dedican una parte de su vida a tantas causas humanitarias como personas se benefician de sus voluntariados, y que como he dicho, en su regreso y aventura, contagian a cuantos aquí nos quedamos de esos valores aprendidos, de esa conciencia global, de ese impulso de solidaridad que tanta falta hace en este mundo que vivimos.
GRACIAS.
2 comentarios:
Hola Carlos:
Debemos tener telepatía, porque antes de ayer escribí un post sobre la cooperación.
Gracias por el enlace al blog de María.
Vamos a leer un rato.
Un abrazo,
Borja
Pues si que es gracioso. Yo este lo tenía escrito hace tiempo, pero he esperado a colgarlo hasta estar más proxima la fecha de vuelta. Algo que tambien tenía mas sentido según la versión original, pero era demasiado intima así que ayer la modifique bastante, aunque respetando toda la idea sobre la cooperación.
Enhorabuena, ya me han dicho que finalmente te han confirmado tu futuro.
Un abrazo,
Carlos.
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