domingo, 23 de marzo de 2008

El significado de las coincidencias

Sexta parte:


El efecto mariposa:
Todo lo que hacemos, incluso los actos más insignificantes, generan consecuencias que afectan a nuestro entorno y acaban regresando a nosotros.
La idea parte del proverbio chino: “El aleteo de una mariposa se puede sentir al otro lado del mundo”. Este proverbio tiene su variación moderna en: “El aleteo de una mariposa en Hong Kong puede desatar una tormenta en Nueva York”. Hace referencia a una dinámica continua de causa-efecto que siempre se encuentra activa, aunque no seamos conscientes de ella.
Tal vez quien mejor plasmo este hecho fue Ray Bradbury en su cuento el ruido y el trueno, que se refiere justamente al efecto mariposa. Está protagonizado por unos cazadores que logran viajar a la prehistoria, donde pisan un insecto sin darse cuenta. Al regresar a su época, se encuentran con un mundo totalmente diferente debido a esa muerte minúscula que ha desencadenado enormes cambios en toda la historia.
La enseñanza de este relato de ciencia-ficción es que debemos cuidar siempre los detalles, porque lo pequeño acaba generando lo grande. Bajo el caos aparente del universo, existe un orden infinito del que todo y todos participamos, y ese orden se manifiesta intermitentemente a través de las sincronicidades.
Por eso es importante prestar atención a las coincidencias cotidianas, ya que a menudo son mensajes llenos de significado. Si aprendemos a leer los hilos invisibles de la realidad, descubriremos pistas que nos conducen a lugares, situaciones y personas que pueden dar un vuelco decisivo a nuestra vida.

Texto extraído de la revista Integral. Nº337. Artículo de Francesc Miralles

El significado de las coincidencias


Quinta Parte:

Cuestión de afinidad:
Ernesto Sábato planteaba que las coincidencias que se producen entre personas tienen más que ver con la afinidad que con una oscura lógica del azar. Imaginemos dos amigos que han estado muy unidos y luego se separan para trabajar en países diferentes. Por difícil que parezca, tendrán una alta probabilidad de encontrarse en cualquier lugar del mundo que visiten. Y eso ocurre por una razón muy sencilla: si coinciden en gustos e incluso en costumbres, no es difícil que escojan viajar a una misma ciudad –pongamos por ejemplo, Tokio- en un mismo momento del año. Una vez allí, puesto que comparten mitos y referentes, es fácil que se encaminen exactamente a los mismos lugares en determinados momentos del día.
Cuando, tras años sin verse, se encuentren de repente en una librería para extranjeros del barrio de Ginza, los dos exclamarán: “ ¡Qué casualidad!”. Pero, de echo, no podría haber sucedido de otro modo. Nosotros vemos el resultado final. Sin embargo, así como el aleteo de la mariposa provoca una oleada de acontecimientos, lo cierto es que ha habido un largo proceso hasta llegar aquí.
En cambio, apunta Ernesto Sábato, dos personas que no tengan nada que ver entre sí podrían vivir una al lado de la otra durante muchísimo tiempo y no encontrarse jamás, ni siquiera paseando por su propia calle, por extraño que parezca. Y es también podemos decir que la afinidad ordena el azar.

Continuará…
Texto extraído de la revista Integral. Nº337. Artículo de Francesc Miralles

El significado de las coincidencias

Cuarta parte:

El cuaderno rojo de Auster:
Volviendo al territorio de las casualidades significativas, quizás el escritor que más se ha centrado en su exploración es Paul Auter. De hecho, en su breve ensayo “El cuaderno rojo” recogía todas las sorpresas que el azar objetivo le había deparado hasta aquel momento.
Su propio éxito como novelista estuvo muy ligado a un error casual que acabaría siendo altamente fructífero. Al parecer, en los inicios de su carrera recibió una llamada telefónica nocturna de un hombre que preguntaba por la agencia de detectives Pinkerton. Auster le respondió que se equivocaba de número, pero el hombre llamó de nuevo al día siguiente con la misma consulta. Tras darle una contestación similar, el escritor de Brooklyn decidió que si la llamada se repetía , le diría al desconocido que llamaba al número adecuado y que él era el detective que estaba el cargo de su caso.
Esta tercera llamada nunca se produjo, pero sí tuvo lugar en su novela “Ciudad de cristal”, que proseguía lo que el azar no quiso terminar. El protagonista de esta insólita novela negra que le procuró fama mundial sigue el juego a su anónimo interlocutor, lo que a la larga desata una investigación que le llevará a un mundo de locura.
Aunque en menor medida, el japonés Haruki Murakami también se ocupa en sus novelas de los extraños “cruces de líneas” que tienen lugar en el entramado de la realidad. Quizás se deba a que los escritores, en general, son más sensibles a las sincronicidades. No es que les sucedan más a menudo que al resto de las personas, sino que al desarrollar para su profesión una mayor capacidad de observación –siempre van en busca de historias- conectan más fácilmente esta clase de fenómenos. Por este motivo, anotar en un cuaderno los pequeños incidentes curiosos que nos suceden, puede ayudarnos a detectar muchas sincronicidades que de otro modo nos pasarían por alto.

Continuará…
Texto extraído de la revista Integral. Nº337. Artículo de Francesc Miralles

El significado de las coincidencias



Tercera Parte

“Recordad” el futuro:
En relación con este fenómeno –André Breton y los subrrealistas lo denominaban “azar objetivo”-, a Jung le gustaba mencionar un fragmento de la segunda novela de Alicia escrita por Lewis Carroll, “A través del espejo”:
“-(…) vivir hacia atrás- dijo la reina con afabilidad- siempre produce un poco de vértigo al principio…
- ¡ Vivir hacia atrás! –repitió Alicia con gran asombro-. ¡Jamás había oido nada semejante!
- Sin embargo tiene una gran ventaja: la memoria funciona en las dos direcciones.
- Desde luego la mía sólo funciona en una –comentó Alicia-. No puedo recordar cosas antes de que hayan sucedido.
- Es mala memoria la que funciona solo hacia atrás, -comentó la Reina.”
Si la memoria pudiera operar de algún modo en ambas direcciones, no sólo hacia atrás, quedaría explicado el fenómeno del “déjà vu”. En este caso, cuando tenemos la sensación de que una situación presente, como una conversación o una escena determinada, ya se ha producido, se debería a que en ocasiones logramos “recordar” cosas que sucederán en el futuro. Esto explicaría esta sensación de familiaridad con el momento concreto. Ahora bien, aceptar una “memoria hacia delante” equivale a entender toda nuestra existencia, la pasada y la futura, como algo ya vivido: una especie de película que estamos visionando en tiempo presente de la que podemos recuperar escenas pasadas y que, accidentalmente, nos revela acontecimientos que deberíamos ver más adelante.

Continuará…
Texto extraído de la revista Integral. Nº337. Artículo de Francesc Miralles

martes, 11 de marzo de 2008

Punto 11 Dao te ching. La Riqueza y lo Valioso.

Del centro de la rueda salen treinta radios;
Pero el agujero central es el que la hace útil.

Haz una vasija de barro:
El espacio que hay dentro de ella es lo que la hace útil.

Abre puertas y ventanas en una habitación:
Son los huecos los que tienen utilidad.

Según esto, el beneficio viene de lo que hay;
La utilidad, de lo que no hay.