Acababa de pitar para la cena. Y mientras esperaba que llegaran todos los chavales, vi como a unos metros del comedor la tropa se organizaba, formando una fila india, para llegar hasta su mesa haciendo de gusano o ciempiés. A primera vista me resulto gracioso, pero no saque ninguna conclusión más. Al término de la cena, los Rovers, que habían ambientado la jornada en el día de los animales, empezaron a hacer un repaso de lo que habían sido las imitaciones; recuerdo como a Malak y Kid les nombraron por sus imitaciones de Mono, Fermín nos regalo con una canción del Caracol que fue muy divertida, que grande Fermín. Sin embargo al final el premio se lo llevó el ciempiés de la tropa. Entonces lo comprendí y mi corazón se lleno de orgullo. Realmente estaba sorprendido, nadie les había dicho nada, ni una discreta sugerencia, y de pronto ellos por si solos, tomando una iniciativa todos juntos, en unidad como a nosotros nos gusta, nos sorprenden al grupo entero. Estos son mis troperos, me decía a mi mismo...
¿Os cuento un secreto?
Acababan de darme un álbum con fotos de estos años y dedicatorias de todos los chicos. Era la última noche del campamento, recibí el regalo de manos de Bea, lo abrí y comencé a mirarlo. ¡Que llore, que llore…!, gritaban todos. Así que al rato de tener la cabeza agachada observando el regalo les dije; “Lo siento, soy muy malo recibiendo regalos”, a modo de disculpa por mi natural indiferencia, y mientras, tenía el último discurso guardado en la manga, tenía una confesión que hacerles… Sabía que no era el mejor momento, solo había una cosa que lo podía estropear. Había comida por medio, sí, eso tan ridículo no lo es a los ojos e impulsos de unos chicos de 12 años de media. Me pasó la noche anterior, sacamos la comida y el resto del mundo desapareció, ya no quisieron saber de nada. Aún así me la jugué; ¡¿Queréis que os cuente un secreto?! Y así, mientras unos pedían silencio, otros más lentos y despistados seguían a lo suyo. Un tropero será siempre un tropero, puedes hacer que hagan maravillas, pueden ser ejemplares, generosos, serviciales, respetuosos, pero siempre serán chicos de 11 a 14 años, a los que en cualquier momento les aflora esa energía revolucionaria, rebelde y en esos momentos hay que ser paciente. Así mientras se hacia el silencio, me preparaba para decirles eso que tanto había esperado, eso que aún ninguno de ellos sabía. Pero al final, bien por su barullo de fondo, o por la emoción que empezaba a apoderarse de mí, no pude contarlo tal como quise, a ellos, a los mismos que les he hablado hasta aburrirles, les he soltado discursos como nunca he hecho, y también con ellos me faltaron al final las palabras.
Así que abreviando como puede, les conté como ellos habían cambiado mis planes. Ellos habían hecho que mi nuevo paso por el grupo se alargara un año más. Esta ronda 2007-08 no estaba prevista. Sin embargo al llegar del Jambocyl en Julio de 2007, estaba tan encantado con el campamento, con mis compañeros a los que había conocido realmente ese mismo año, con el grupo… pero sobre todo, con los troperos. Esa unidad en la que termine de rebote, que no era mi preferencia, pero que en una ronda me conquisto, y quise que no fuera un sueño, un vago recuerdo de un año fugaz en el grupo. Esa magia no podía terminar tan pronto.
Al llegar del Jambocyl sabia que iba a continuar, estaba emocionado y durante el reposo del mes de agosto iba pensando y viendo como trabajar y que hacer en este segundo año con los chicos. Tenía un bullir de ideas que poco a poco las iba dando forma. Y ahora terminada la ronda veo como por una parte sí fue más complicada que la anterior. Realmente tenía más dificultades para poder asistir a las actividades, sobre todo en la última etapa de la ronda. Hasta el punto de haber abandonado compromisos que ahora poco a poco tengo que recuperar.
Y mientras, de nuevo en la resaca de un campamento, no paro ni un momento de pensar en los scouts, en el campamento, en las noches con los monitores, en el aseo sobre mi piedra del río antes de despertar a todo el mundo con mi silbato, y sobre todo en ellos, a los que espero mientras se despiertan poco a poco, y van saliendo de sus tiendas mientras reaccionan a la luz del sol y comienzan a dar guerra, suavemente, encendiendo esa chispa de juventud, ese ingenio rebelde, unas veces gracioso por lo original, por la picaresca. Otras veces un tanto canso, exasperante, donde tienes que cortar para imponer tu voz, pero estas son las menos. Lo normal es que se establezca una armonía entre sus voces de fondo, sus gracias y chiquilladas y el ritmo de actividad programado por nosotros, los monitores.
Y es en esa danza en que se mueve la cosa, en la que quedé atrapado; entre el reclamo de la calma y sosiego por nuestra parte, y la fuerza de juventud que en ellos pide libertad, libertad para jugar, para expresar lo primero que piensan. Este era al final mi secreto, hacerles ver que fue por ellos sobre todo el resto de cosas, el que me quedase un año más, un año más a tiempo completo (Salvo excepciones). Que teniendo la decisión tomada desde inicios de ronda, me costo mucho durante el campamento aceptar ese hecho. Aceptar no poder pasar más tiempo con ellos, como deseaba, contento por lo que me hacen reír, por lo que aprendo de ellos, por sus gestos en los que te dicen cuanto te valoran. Y sobre todo porque hacen de mi una persona dedicada, porque me motivan a buscar el sentido de todo esto, a ver la vida de la mejor manera para contársela a ellos y aprendan, y disfruten. Por que han sido dos años de aventuras maravillosas, que hicieron en esos últimos días, en que andaba por el campamento con la lágrima asomada al ojo, esa lágrima a punto de saltar a nada que abría la boca, y que tanto me reclamaron los chicos, esa lágrima que al final de todo, escondí tras mi tímida sonrisa, queriendo mantenerme en la idea que era mayor la felicidad de haber vivido con ellos estos dos años, que el pesar de la despedida.
Va por vosotros.
Víctor: Bueno joven, espero que en el futuro continúes poniendo a la gente en fila en las marchas, y seas la referencia de aquellos que te siguen. Alejandro: Aún tienes muchas historias que contarme, ya lo verás. Javi Iglesias: Enhorabuena Javi, ahora hay que dar los pasos bien firmes, enséñanos al verdadero Iglesias. Lore: Que tal preciosa, cuanto te queda por disfrutar, y que suerte haber estado este tiempo contigo. Qué recuerdos… Mucha suerte con lo que os espera, y que lo disfrutéis. Pablo: Gran Castor! Tus mejores momentos están por llegar, y seguro que estás a la altura de lo que te acontezca. Vicky: A la futura Reina Victoria, ve preparándote que tu reinado esta próximo. Va en serio, mientras… siempre seré tú gran jefe Charly. Olea: Mucha suerte Guillermo, ya sabes los pasos que tienes que dar, mira siempre hacia delante. Marina: A mi pequeña peregrina, ahora tienes que hacer tu sitio en la tropa, y dar ejemplo a los que vienen. Sabrás hacerlo muy bien. Yaiza: En dos años conquistaste la tropa, Ahora te toca conquistar Asturias. Mucha suerte, y muchas gracias. Nico: Te toca, este es tu turno y seguro que lo haces bien. Pero antes sabes qué cosas te toca cambiar. Mucho ánimo y adelante… Sara: huy que dolor de espalda que tengo, para cuando un masaje?? Este año, Sara, se te tiene que oír hasta cuando no sacas ese carácter que tienes, te he visto crecer mucho en dos años, y seguro que ahora los demás agradecerán que estés con ellos. Dani: Rubio… que pasa peregrino. Que bueno haber compartido este tiempo contigo, haberte conocido, y confío que seas uno de los referentes de la tropa. Runico: … la verdad que no esperaba que terminases el campamento a la altura que lo hiciste, eso demuestra que puedes espabilar mucho y ser todo un ejemplo, no pierdas la ilusión. Andrea: Bienvenida al final a un campamento de verano, a tus primeras aventuras, y confío que no dejarás que pasen más cosas en la tropa sin que estés tú allí. Mucha suerte. Javi Nuñez: Al hombre calmado, así me han llamado alguna vez a mí, y creo que te encaja a la perfección, siempre dispuesto, atento y listo para lo que haga falta. Seguro que los escultas se llevan una grata sorpresa. Alex: Pequeño gran hombre, también tú eres especial, será por eso que un articulo entero del blog esta inspirado en ti. Sabes que nos seguiremos viendo. Al verdadero sucesor de mi reinado como guía de Águilas que fui hace ya un tiempo. Alvaro: Confío que en este año demuestres todo tu potencial, será clave en el funcionamiento de la unidad, y seguro que incluso a ti mismo te sorprende. En el pasado la patrulla águilas fue la mejor durante un par de rondas, ahora tiene potencial, y de ti depende que lo demuestren. Camino: Oye, ¿ Te has dado cuenta que esto de los scouts esta hecho a tu medida?, no te agobies si aún no se han reconocido tus meritos, sigue en la misma línea, no hay duda que es la correcta, y verás que bonito mundo descubres. Juan Nuñez: De los Nuñez de toda la vida, no hay duda que tienes en tu hermano un gran referente, no dejes de seguirle los pasos y de ser tu mismo, porque hay que estar orgulloso de contar con troperos de tu talla. Marina: Vaya suerte que tienen en Escultas, estoy convencido que durante el tiempo que pases con ellos les deslumbraras a todos con el brillo de tu mirada, y con ese animo alegre tan contagioso. Mucha suerte guapísima. Edu: Hay un arte en las palabras que puedes llegar a dominar, y hay mucha fuerza en ellas. Aprende a usarlas y llegaras muy lejos, ha sido un placer… Iciar: Bueno has demostrado que con paciencia y coraje se llega lejos, aún te quedan de pulir algunos detalles, y estoy convencido que sin esperar mucho más serás uno de los orgullos de la unidad. Andrea: Pequeña peregrina, ha sido todo un honor fregarte los platos, sabiendo que era el pago que te debía por un trato en el que fuiste justa, sincera, y demostraste un gran honor, me ha encantado conoceros a las cuatro, y ójala que en el futuro permanezcáis tan unidas, y de esa unión tienes tú la clave. Mucho ánimo. Adrián: Bueno te he dicho muchas veces cosas que tenías que cambiar, sin embargo no debes perder nunca ese humor y esa picardía que tienes, es un regalo para los que te rodean. Miguel: Para ti tengo una confesión, he dicho que me voy, y me voy de estar realmente comprometido con el grupo, pero continuare, me veréis en algunas reuniones, a lo mejor en alguna acampada y seguro que algunos días en el campamento, y como tanto hemos hablado tu y yo, confío que en una de estas visitas me encuentre con el verdadero Miguel, y me lleve una gran sorpresa. Verás como sí. Hector: Bueno chico, otro más de los que os ha llegado el momento, y en tu caso uno de los mayores potenciales de la tropa. Seguro que me llegan buenas noticias de ti.
Cecí: Sabes? Sí miras bien la vida, verás como es tan solo una hermosa danza, solo hay que coger el paso, y tú le tienes bien cogido… no lo pierdas… A mi Comandante; “…porque siempre hay que superarse a sí mismo”. Y como tu bien sabes, “Hay que ser exigente con uno mismo y flexible y generoso con todos los demás”. J.L. Padilla. Que ha sido un honor tenerte como tropera y espero que algún día te pueda ver danzar. Mucha suerte preciosa.
A vosotros; Acero, María, Jorge y Bea, con quien tanto tiempo he pasado, no menos que agradeceros esas risas, ese compañerismo, ese trabajo conjunto que hemos realizado, la cantidad de recuerdos que me llevo. Deciros que me he sentido muy afortunado de encontrar unos compañeros así en mi regreso al grupo. Y se que seguiremos haciendo cosas. Muchas gracias.
A todos; los que hemos compartido el tiempo juntos, y los que vendrán después, porque esta tropa siempre llevara la huella de nuestros pasos, el eco de nuestras risas, y el recuerdo de esos momentos de convivencia.
A todos; muchas gracias, y CRUZ DEL SUR, CRUZ DEL SUR, CRUZ DEL SUR…
Para siempre;
Buena Caza y Largas Lunas.
Carlos.